Día 19
RESTAURANDO TU MATRIMONIO DE LA MANO DE DIOS
MUJER ...
No es tu trabajo tratar de cambiar a tu marido, si ya trataste todo y las cosas en lugar de mejorar empeoran, no luches más contra tu esposo, eso te desgastará y posiblemente no logres lo que quieres, si peleas y discutes todo el tiempo con él, si solo señalas sus errores y no te enfocas en el verdadero enemigo de tu matrimonio y tu familia, tus fuerzas se debilitarán, sé que pueden haber en esta noche mujeres que tienen un grito desesperado en su interior, están en un punto de no saber que hacer, que han derramado lágrimas porque desean ver a su esposo convertido en un hombre diferente que las ame, las respete y las trate con dignidad como merecen.
Yo quiero decirte que para Dios no hay nada imposible, pero tienes que aprender a luchar contra el verdadero enemigo, ese quien lo tiene atado.
Un hombre sin Dios es usado y manipulado por el mismo enemigo, un hombre con grietas en su carácter, sumergido en vicios, con heridas en su alma y marcado por el pasado, necesita ser sanado y transformado a través de un proceso en las manos del alfarero por Dios, para que en verdad sea libre y pueda cambiar, pero tu trabajo no es ese, es el de Dios, tú no lo podrás hacer sola, pero si invitas a Dios la lucha del enemigo ya no será contigo, será con el Señor Dios todopoderoso y él nunca pierde batallas, nadie le puede ganar y si pelea por ti y a tu favor con toda seguridad vencerá y te honrará respondiendo a los anhelos más profundos de tu corazón. ¡Confía!
No desmayes, no te rindas esta noche ten ánimo, recobra fuerzas, eres la persona que Dios va a usar para realizar un verdadero milagro en tu familia.❣
¡Nunca menosprecies el poder de la oración!
Intenta una vez más refugiarte en su amor, pedir paz y tranquilidad para tu vida, consuelo te enviará Dios en esta noche para que busques deleitarte en él, y busques dirección para que Dios alinee tu voluntad a la de él, para que todo sea obrando según su soberanía y sientas paz y contentamiento mientras dure este proceso.
Mujer eres un instrumento que cambia el rumbo de historias y la historia de tu familia todavía no tiene punto final, sino que hasta que Dios diga, recuerda la última palabra no la tienen el hombre, la tiene Dios.